Dislatín


Siéntense. La clase ya ha comenzado. No quiero oír una mosca.

Abran el libro por la página 42.

Hoy repasaremos cómo se forman antónimos con los prefijos “dis-“ y “di-“.




Para los que aún no se han leído la lección, dícese “antónimo” del libro o escrito cuyo autor se desconoce pero se cree que fue Antonio.

El prefijo es lo que antecede al fijo, el sufijo indica la posesión del fijo, y mifijo significa que presto atención. ¿Estamos?

Veamos por ejemplo la palabra “frute”. ¿Qué significa frute? Exacto. Muy bien. El frute es cuando uno lo pasa mal. El antónimo se forma con el prefijo “dis-“ seguido del vocablo “frute”. Disfrute, por lo que imperativas a un señor a que se lo pase bien.

De la misma forma, ciplina forma su antónimo en disciplina, tinto en distinto, o sea, rosado y siento en disiento con lo cual ni me siento ni me quiero sentar. De igual modo se forma con cola, díscola, con vorcio, divorcio y con urna, diurna. Un parate (algo claro y conciso) se convierte en disparate, pero ojo, no confundir con parato (un parato puede ser desde una bacuadora hasta un licotero) ya que forma antónimo en disparato, voz italiana que indica los tiros que se efectúan con un arma de fueguete.

Al que crimina se le discrimina, la tancia hace distancia, el tintivo, distintivo, el trito distrito y el vino, divino, oye.

La tracción acaba en distracción, con lo cual aumentan los accidentes, y lo vulgar, divulgar, y así tenemos la tele.

Los autores no se ponen de acuerdo en si a una puta se la disputa, porque en tal caso, ¿a un puto, me lo disputo?

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